¿Nos?

- Nos hablamos. - dijiste, y fueron tus últimas palabras.
Porque ya me cansé de explicártelo, la ecuación es más que sencilla:

ME + TE = NOS

ME hablás, TE hablo: NOS hablamos.
ME mirás, TE miro: NOS miramos.
ME extrañás, TE extraño: NOS extrañamos.
ME querés, TE quiero: NOS queremos.
¿NOS queremos? No lo creo. En todo caso acá la única que te quiere un poco todavía soy yo, y eso va a acabarse, espero que dentro de poco tiempo. Porque yo no quiero ser más el TE en esta ecuación sin nombre que construimos los dos. ¿Los dos? Al principio, supongo. Después me quedé sola pegando los ladrillos de mi castillo de ilusiones, mientras vos me mirabas sin decir nada, y no quiero creer que, además, te reías. Así que si querés volver a ser NOS, jugátela, como en algún momento yo lo hice por vos. Te di todo lo que pude, y hoy me cansé de pelear, y aunque cueste, voy a olvidarte. Lo único que me resta, es darte las gracias por lo lindo que fue y por todo lo que me enseñaste, y hacerte saber que si un día te acordás de aquella chiqutita peleadora que estaba dispuesta a quererte como nadie, ponete los pantalones y vení a buscarme, porque tal vez, y sólo tal vez, aún quede un resto de TE en mi corazón, y pueda volver a quererTE. Porque hoy, hoy ya no TE quiero. ¿No te quiero? Ojalá. Eso intento.